Orishas menores en la santería
La religión Yoruba muestra una inmensa fe y devoción, hacia todas sus deidades. Orishas menores en la santería no son una excepción y cada uno tiene una particularidad.
🐜 Orishas menores del panteón Yoruba
Abita
Abita es una entidad que busca salvar a quienes acudan a él de cualquier mal que se les haya impuesto. Es un santo violento, representando toda la maldad y la negatividad del mundo.
Abita es una de las entidades consideradas Orisha menores. Se conoce como representante de la existencia de la maldad, siendo una fuerza con poder muy negativo en la mitología yoruba.
Ejerce la venganza como forma de escapar de la maldad. Aun así, la religión yoruba lo coloca como uno de los pocos santos cuya energía es negativa, usado con frecuencia para hacer daño o llevar a cabo venganzas a nombre de quienes le rezan.
No obstante, sigue siendo una deidad bastante menor dentro de la religión yoruba. Dentro de la misma, pertenece a un grupo venerado en distintos países, conocido como la “Regla de Osha Ifá” o santería.
Abita suele ser invocado en regiones que van desde Cuba y Estados Unidos, pasando por Panamá, Brasil e incluso Venezuela, sin mencionar a diversos países caribeños.
Esta entidad es exclusiva del grupo de los babalawos. Por lo tanto (y contrario a otros grupos dentro de la religión de Ifá), no puede ser entregada a ninguna persona.
Los más devotos al culto de Abita lo reciben con la convicción de que les ayudará a la hora de hacer maldad o colocar un maleficio.
La deidad se encarga de materializar dichos deseos, mientras que en muchos casos quienes se acercan a ella lo hacen para entender el nivel hasta el que pueden dominar su propia maldad y transformarla para realizar buenas acciones.
Es también conocido bajo el nombre de Esú. Así se le identifica como el mensajero dentro del culto a la madre ancestral Iyaami. En este sentido, se sabe que tienen un gran poder destructivo, recurriendo a métodos malvados para contrarrestar maleficios, a fin de terminarlos de forma fulminante, otorgando la muerte a los involucrados.

Tratado de Abita
El tratado de Abita donde come con Olofín es bastante conocido entre quienes veneran a esta deidad.
El relato cuenta que, en la tierra, Abita vivía, haciéndose pasar por un gran personaje. Debido a esto, todo el mundo mostraba inmenso aprecio y respeto hacia la entidad, quien además se ganó su consideración al dirigirse cada día a donde Olofín se encontraba, en la otra cabecera.
Siendo Elegba el cocinero de Olofín, y a quien correspondía colocar la mesa, con frecuencia hacía notar su disgusto hacia Abita, sirviendo la comida de mala manera y con prisa. Así, Olofín lo observaban diciéndole “Kuele Kuele”. En cada ocasión le preguntaba a la entidad por qué dejaba que Abita se sentara de frente a él sobre la mesa.
Fue entonces cuando Elegba comenzó a pensar en tomar alguna maldad en contra de Abita, al ver como Olofín siempre lo requería. Un día, mientras salía a la calle a las doce del día, se encontró con una abalakana.
La tomó, encendió una llama en ella y llamó a Abita, cantando y llamando a Eggun. Se dedicó a realizar la misma ceremonia repetidas veces, pero Abita se escondía y evitaba salir a la calle en esos momentos.
Un día Elegba tomó en sus manos un eñi adie, que comenzó a tocar con el agogo. Abita seguía sin salir, asustado de la entidad. Al comenzar a ver la sombra, salió a la calle a pesar de escuchar a Elegba cantando “Eggun Agualodeo Bayekun Orun Abaniye Logua Eggun Abita Mogua Nile Ocuoro”.
Los Eggun confundieron a Abita, quien en seguida tomó abalakana ina y la eyele dun dun y empezó a danzar hasta que finalmente la ingirió.
Elegba, que vio a los Eggun y a Abita asustados, tiró agua para limpiarse con la osiadie que sostenía. Al mismo tiempo comenzó a cantar “Eggun Baleku Lode Eggun, Bolo Un Lode Un Lolenlo Ayebi Lorun Awa Lole Awa Lole Abiyeru Kun Olorun Eggun Abeye Ni Ku Oorun Agua Lode”.
Al retirarse los Eggun y calmarse Abita, Elegba volvió al Ile de Olofín. La entidad le confesó que había presenciado todo, pero que pensaba perdonarlo porque él también se había asustado.
De esta manera Olofín le dijo que sabía que deseaba saber por qué colocaba a Abita en la cabecera de su mesa, pero que no iba a contestarle.
Abita continuó comiendo en compañía de Olofín, mientras Elegba le servía contento en apariencia, a pesar de que no era así.
Por ello Abita regresaba en distintas formas, a manera que Elegba no lo reconociera. Aún así no tenía pruebas para acusar a quien deseaba hacerle el mal.

Aja, patrón de la selva
Aja es una Orisha,patrona del bosque,los animales dentro de él y curanderos herbarios, a quienes enseñó su arte.
Entre los Yoruba, aja también se refieren a un "viento salvaje". Se cree que si alguien es arrastrado por Aja, y luego regresa, se convierte en un poderoso "jujuman" (o babalawo). El viaje supuestamente tendrá una duración de entre 7 días y 3 meses, y se cree que la persona así llevada fue a la tierra de los muertos o al cielo (Orun).
Hechos sobre Aja
Aja se identifica como no binario y utiliza pronombres. Descubrieron y exploraron esta identidad realizando drag, y se sienten como la misma persona dentro y fuera del arrastre: el arte es sólo una manera diferente de expresar su género.
Aje Shaluga
Dinero, moneda, riqueza, prosperidad material, y teñido (colorante), por lo que tal vez melanina, bilirumina, clorofila y otros pigmentos naturales, así. Proporcionó para Oshun durante una encarnación o momento de su vida cuando tuvo que vender su cuerpo para sobrevivir. Mientras Oshun se lavaba a sí misma y su ropa en el río, Aje Shaluga les coloreó un atractivo amarillo, que se convirtió en uno de sus colores sagrados. También sintió su dolor y llenó la falda de su vestido con joyas para que ella ya no necesitara venderse a sí misma.
Ashe, Ise
Energía divina o poder. Algunos pueden relacionarse con esto como un ser en sí mismo, mientras que otros lo ven como el hilo divino que conecta todo tipo de materia... más de un fenómeno que de un ser personificado ya que es parte del Gran Insondable. La palabra "¡Ashe!" se utiliza como un pronunciamiento de dar algo de energía, o como una bendición de poder.
Ayizan, Aizan
Habla, comunicación y espacios públicos, especialmente el mercado, iniciaciones, esposa o madre de Eshu. Exorcises espíritus malignos, y ayuda a comunicarse con, calmar y enviar a los simplemente incómodos. En vodou haitiano, también es considerada como el primer Mambo.
Bromu, Boromu y Brosia, Boronisa
El compañero o guardián gemelo de los secretos de Oduduwa. Bromu es hijo de Yewa y se encarga de la desecación y secado, ya sea con fines de preservación o momificación o succión de energía a través del mal ojo u otra vida chupando o magia vampírica. Brosia está a cargo de tornados y energía que arraiga las cosas y diezma áreas específicas.
Egbe, Egbe Orun
La "pandilla celestial" o espíritu colectivo de varios seres que viven en el Orun. Trabajan estrechamente con el Egungun. En algunos sistemas, son o incluyen las almas de los seres de otros planetas, por lo que podrían ser vistos por algunos como la Egungun de otras formas de vida. También a cargo de aguas fijas incluyendo agua en frascos. Es una buena idea pedir su bendición al hacer lavados de piso, vinagres y similares.
Gbadu
Diosa del destino Fon/Dahomey, tiene dieciséis ojos y ve todo. Ella es andrógina, pero a menudo conocida como mujer para la simplicidad y porque ha nacido hijos. Entre ellos están Minona, Gu (Ogun)y Dan (que se hizo conocido como Damballa en Haití).
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Oranmiyan
Conocido también como Oranyan, es considerado en Ife el mayor de los hijos de Oddua-Oduduwa y con frecuencia le llaman «Padre de los Yorubas», aunque este título le es conferido también a Oddua. De acuerdo con la leyenda originaria de Ife, fue Oddua quien realizó todas las hazañas atribuidas en otras partes a Obatala, y fue él, el primer Oni o rey de Ife.
Se dice de Oddua que fue el progenitor de una larga línea de reyes que gobernaron numerosas ciudades y pueblos. La historia tradicional de Ife sobre este rey dice que él tuvo 16 hijos (es aquí donde se hace referencia por primera vez, al número 16, tan místico en el panteón Yoruba), cada uno de los cuales fue enviado a gobernar en distintas partes. Hasta hace muy poco, un gran número de Obas alegaban ser descendientes directos de Oranmiyan y por tanto, del mismo Oduduwa.
Se cuenta en Ife: «Mientras Oduduwa gobernaba en Ife, su hermano mayor Orunmila reinaba en Benin. Después de un número no determinado de años, marchó al cielo. Al pasar algún tiempo sin que nadie rigiera sus destinos, el pueblo de Benin le envió un recado suplicándole viniera y los dirigiera. Complaciente, marchó llevando con él a su hijo Oranmiyan. Al arribar se identificó como segundo hijo de “Dios-Olorun” con un caracol lleno de arena del cielo. Pasado un buen tiempo, retornó a Ife dejando a su hijo Oranmiyan en su lugar. Cuando se marchó al cielo, Oranmiyan vino a Ife y en su trono de Benin dejó a su hijo Eweka. Oranmiyan tuvo numerosos hijos, quienes a su debido tiempo reinaron en otras ciudades.»
Aunque no hay lugar a dudas en Ife en cuanto a que fue el fundador de la ciudad, si existen varias versiones en cuanto al sitio de donde vino. Un cuento le da origen humano y no divino. Dice así: Oduduwa vivía originalmente en una comunidad musulmana en algún lugar al Norte-Este de África, cansado de las prácticas islámicas, emigró con sus seguidores hasta que llegó a Ife donde decidió permanecer indefinidamente. De acuerdo con esta historia, el mayor de los hijos se llamaba Okambi, pero él no fue rey de Ife después de la muerte de su padre. Fue el séptimo hijo: Oranmiyan quien heredó la jefatura y consecuentemente reinó en Oyó.
Referencias:
https://ashepamicuba.com/los-orishas-menores/
https://oshaeifa.blogspot.com/2013/11/orishas-menores_20.html
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